Los animales marinos
Enrique Rioja
Barcelona, 1929
En mi último cambio de domicilio –hablo de más de cinco años atrás- separé un montón de libros que consideré no aceptables en el grupo de “gastronómicos”. Ahora los voy clasificando lentamente y, de cuando en cuando, aparece alguno que me apetece recuperar.
Los animales marinos, ha sido seleccionado hoy y, además, lo vamos a presentar en Frutos del mar.
Enrique Rioja
Hemos encontrado una página (PINCHAR AQUÍ) que, además de la foto, ofrece una pequeña biografía del autor.
Repasando este interesante libro, hemos localizado las
BELLOTAS DE MAR
Los animales y plantas costeras, que de continuo tienen que soportar la acción mecánica de las olas, buscan adecuados medios que los defiendan de ellas. Entre los animales costeros abundan los animales fijos y sedentarios que utilizan los más diversos medios para asirse firmemente a la roca y no ser arrastrados de aquí para allá por el trajín de las aguas.
Unas veces, como los mejillones, se sujetan firmemente a las rocas por las bridas que las fibras de su biso forman; otras tienen, como los percebes,
pedúnculos fijadores reforzados por pequeñas incrustaciones calcáreas; o bien se adhieren directamente a las rocas, como las madréporas de los mares tropicales, en cuya intrincada maraña de ramas atenúan las olas su impulso.
Animales muy típicos de la costa son las lapas y las bellotas de mar (Balanus), cubiertos de escudos calcáreos que representan un ejemplo típico de adaptación a estas condiciones de vida.
En seguida damos un repaso con Google, y ya tenemos más
En http://waste.ideal.es/especies43.html vemos una estupenda foto, pero, por no consigo descubrir ningún comentario sobre si es o no comestible.
Finalmente tengo que recurrir al imprescindible El gran libro del Marisco, dónde sí menciona a las bellotas de mar. Leemos en la página 55:
Percebe, bellota de mar
Este miembro de la familia de los crustáceos, está fijado a un pedúnculo marrón que puede llegar a medir los 5 cm de longitud. Este percebe o bellota de mar se sujeta fuertemente a las tablas y a otros objetos flotantes. No se come el “molusco” en sí, sino su pedúnculo. La piel exterior del percebe, algo curtida, puede desprenderse fácilmente después de haberla cocido.
Claro que, después de repasar esta explicación, llegamos a la conclusión de que se refiere a los percebes y no a las bellotas. Éstas no tienen “pedúnculo” lo que nos permite afirmar que las bellotas en cuestión, no tienen nada comestible.
Lo que sí hemos localizado es un originalísimo video, titulado
Nuestro amigo Javier, nos ha ofrecido una estupenda información sobre las CRACAS de las Azores –bellotas de mar-, que podemos leer en su comentario.
Foto de las Megabalanus azoricus,
que supongo serán las mencionadas CRACAS.